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ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE VETERANOS DE LAS BRIGADAS DE TROPAS DE SOCORRO
Inscrita en el Mº del Interior. Registro Nacional de Asociaciones Grupo 1, Sección 1, Nº Nacional 621395
El día 01 de Junio de 2021, y en la figura del Presidente de la Asociación, Tomás Vela, hemos tenido el honor de ser recibidos por el Excmo. Sr. Alcalde de Zaragoza D. Jorge Azcón, y le hemos podido presentar la Asociación Española de Veteranos de las Brigadas de Tropas de Socorro, poniendo el énfasis en nuestro deseo de poner en valor la historia de nuestras Brigadas y el trabajo desarrollado por los hombres y mujeres que componían tanto las Brigadas de Tropas de Socorro como las Unidades Náuticas de C.R. del Mar
Antes de despedirnos, hemos procedido a hacerle entrega de una reproducción de nuestra boina, en miniatura, así como una cerámica con el diseño de nuestra bandera.







La exposición da a conocer diversos testimonios gráficos de las múltiples actuaciones efectuadas por el Cuerpo de Tropas de Socorro. en favor de la humanidad, desde su primera intervención de esta organización humanitaria producida en Navarra, en la batalla de Oroquieta, dentro de la Tercera Guerra Carlista, hace más de 150 años.


Los actos del correspondiente hermanamiento se efectuarán en fechas que se anunciarán oportunamente.







Esta página se ha creado en memoria de todos aquellos y todas aquellas voluntarios y voluntarias que formaron, desinteresadamente, parte del extinto Cuerpo de Tropas de Socorro de la Cruz Roja Española y de las, también extintas, Secciones Navales de Salvamento de la cruz Roja del Mar.
El lema que campeaba sobre las puertas de nuestras instalaciones y acuartelamientos era: "Todo por la Patria y por la Humanidad"; un lema que, a lo largo de nuestros años de servicio voluntario y desinteresado en el Cuerpo, tratamos de honrar y mantener como un principio rector fundamental de nuestra conducta.
Por ello, nuestro homenaje emocionado y respetuoso a aquellos y aquellas compañeros y compañeras que, a lo largo de los años, dedicaron una parte importante de sus vidas a tratar de salvar las de los demás.
Ser voluntario es ser un ser humano, humano.
Ser voluntario es entrar en la calle, en la casa, en el hospital, en la cárcel, en el pueblo y en la aldea donde haya un ser que sufre.Ser voluntario es entrar con el corazón, en el corazón del que lo pasa mal.
Cuando el voluntario visita a alguien que está solo, le cura la soledad; cuando le habla, le ayuda, le escucha y le siente: el solitario mejora de la soledad, que es (junto a otras) la enfermedad de los ancianos.
Se sabe que el voluntario va a trabajar gratis, no va a ganar nada.
Yo quiero negar esto: el voluntario va a ganar muchísimo, va a ganar el placer de ser útil, la risa de un anciano, la sonrisa de un enfermo, el abrazo de un niño sin padres, la amistad de un paralítico o el cariño de
un preso.


Voluntario es voluntad, decision, entrañas, a pesar de los pesares o precisamente a causa de los pesares: tomar el peso propio y ajeno y cargarlo voluntariamente, porque uno quiere, porque uno es tan sagradamente libre como el pajaro y le apetece posarse en la rama menos florecida, y uno es tan sobradamente pobre como el viento, que no tiene ya ni un rato para ahogarse en la propia agonía.
El voluntario es altruista, no solo porque jamás pasa factura, sino tambien porque recibe gratis lo que mucho le cuesta y pocos ambicionan. El voluntario ha entendido que todo es don y sabe que Alguien nos regala graciosamente como quien rie una gracia, y asi ya no somos unos des-graciados.
Voluntario es conciencia, ojos que miran y ven; mirada penetrante hasta la medula de las cosas y asi no pasa de nada ni de nadie. Y, siendo contemplativo, hace la filigrana de apostar por la alegria, pues solo con "la boca anegada de cosechas";se puede ser gratis, es decir, gracioso.
El voluntario sabe que el camino -de su vocación elegida- es ir donde vive el dolor. El dolor físico o psíquico le espera y tiene que ir lleno de ilusión, alegría, comprensión y amor de poderlo dar; ilusión,
comprensión, alegría y amor -tesoros espirituales que si no se poseen no se pueden dar-.
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VOLUNTARIO
Si el mar es infinito y tiene redes,
si su música sale de la ola,
si el alba es roja y el ocaso verde,
si la selva es lujuria y la luna caricia,
si la rosa se abre y perfuma la casa,
si la niña se ríe y perfuma la vida,
si el amor va y me besa y me deja temblando.
¿Qué importancia tiene todo esto,
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,
un banquete de cáscaras,
un concierto de perros,
una ópera de sarna…
Debemos inquietarnos por curar las simientes
por vendar corazones y escribir el poema
que a todos nos contagie.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo,
los voluntarios debiéramos arrancar las espadas,
inventar más colores y escribir padrenuestros.
Ir dejando las risas en las bocas del túnel,
y no decir lo íntimo, sino cantar al corro,
no cantar a la luna, no cantar a la novia,
no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.
Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,
gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo
debajo de las latas con lo puesto y aullando,
y madres que a sus hijos no peinan a diario,
y padres que madrugan y no van al teatro.
Adornar al humilde poniéndole en el hombro nuestro verso,
cantar al que no canta y ayudarle es lo sano.
Asediar usureros, y con rara paciencia, convencerles sin asco.
Trillar en la labranza, bajar a alguna mina,
ser buzo una semana, visitar los asilos,
las cárceles, las ruinas, jugar con los párvulos. Danzar en las leproserías.
Voluntarios, no perdamos el tiempo, trabajemos,
que al corazón le llega poca sangre.
Gloria Fuertes.
En España la Cruz Roja se organiza bajo los auspicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, en 1864, y es declarada "Sociedad de Utilidad Pública". Desde entonces, los distintos gobiernos de la nación, han estado representados de una forma u otra en el seno de Cruz Roja, aunque esto no ha impedido que actúe siempre bajo los Principios que inspiran a la Institución. Su evolución ha sido siempre una constante adaptación a los problemas y a las necesidades sociales que han ido produciéndose. Solo así se puede explicar la vigencia de una organización con más de 135 años de historia.
En una primera época fiel a sus orígenes, su actuación estuvo centrada en intervenciones humanitarias en caso de conflicto armado. Así, en 1870 prestó ayuda humanitaria en la guerra franco/prusiana - siendo este el primer envío de ayuda humanitaria que realiza la Cruz Roja Española - y en 1872 actuaba por primera directamente en la tercera guerra carlista.
En su constante adaptación a las necesidades a raíz de los conflictos bélicos en áfrica en 1918, se produce una fuerte expansión de sus centros sanitarios, llegando a sumar cerca de 36 hospitales. En un panorama de carencias generalizadas en materia sanitaria, la red de Cruz Roja tuvo un especial significado.
Durante la guerra civil de 1936 a 1939 realizó un a importante actividad y, finalizada ésta, lleva a cabo la repatriación de los españoles que se encontraban en la URSS.
La importante experiencia adquirida durante la guerra se empleó en la intervención ante los desastres ocurridos en todo el territorio nacional. Se asistió a las víctimas de los incendios, inundaciones, accidentes de todo tipo, etc.
En la década de los setenta, la Institución completó la red de Puestos de Primeros Auxilios en las carreteras españolas, que había iniciado su primera expansión en el período republicano. Fue una nueva respuesta ante el avance en las comunicaciones por carretera que produce un aumento del parque automovilístico y, consiguientemente, un aumento de los accidentes de tráfico que requieren una respuesta rápida.
También se iniciaron las tareas de socorro en el mar y en aguas interiores y el salvamento de náufragos, que a través de la Cruz Roja del Mar se convertiría en uno de los servicios mas conocidos y valorados por la opinión pública.
En la década de los setenta y sobre todo en los ochenta, la Cruz Roja Española dará un importante salto, crece su actividad cuantitativamente y nuevas acciones y servicios dan un nuevo sentido a la misma. A partir de 1985 se inicia una profunda reorganización con la eliminación del Cuerpo de Tropas de Socorro y de la Brigada Naval de Salvamento de la Cruz Roja del Mar, comentada en otra sección de esta página, con apertura hacia nuevos campos de actuación.
Pero es fundamentalmente en la década de los noventa cuando se produce la gran reestructuración de la institución y su adaptación a los nuevos retos que planteaba la sociedad Española, por una lado la consolidación de la intervención social con los colectivos vulnerables (personas mayores, refugiados e inmigrantes, afectados de SIDA, drogodependientes, infancia y juventud, población reclusa, discapacitados, mujer en dificultad social), por otro el espectacular incremento de los programas internacionales (cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria, cooperación institucional) que ha supuesto un importante incremento de los recursos humanos y materiales dedicados a este ámbito. Todo ello acompañado por un proceso de modernización de las estructuras y mayor autonomía que culmina con la aprobación de unos nuevos estatutos (Junio de 1997) y Reglamento General Orgánico (29 de julio de 1988).